La muerte, como el nacimiento, precisa, en conveniencia, de una preparación pre parto. Partir es dividir en partes la divinidad de la que somos esencia. Partir es viajar a lugares desconocidos.
Problema, en apariencia insoluble a cualquier tipo de preparación sobre la muerte propia, es que aunque hayamos ido y asimilado los conceptos de un cursillo de pre-parto, puede ocurrir que en el momento de morir, no estemos conscientes, por la enfermedad, por la medicación, por la tensión insoportable del momento, por el dolor, por el miedo; o por que nos llega de improviso, en un accidente, en un infarto súbito, o en circunstancia totalmente imprevista.
Aunque la muerte acabe -de forma individualizada- con lo que somos ¿serviría una preparación para el proceso de muerte? Yo opto por la participación activa en nuestra propia muerte desde ahora mismo. Yo opto por la prevención anímica en las situaciones de muerte de próximos y amados. Yo opto por darle sentido y transcendencia a todas experiencias vitales, incluyendo la de morirse a deshora.
"Tal como hemos vivido, se muere; aunque sea de repente"
"Si he nacido una vez, porque no puede nacer dos".
"La muerte es un proyecto a medio o largo plazo"
APTITUDES NO POSITIVAS ANTE EL PROCESO DE MORIR
* NEGACIÓN INMADURA O DESVIACIÓN PROTECTORA. Ceguera interior.
* TERROR PARALIZANTE O OBSESIÓN NIHILISTA. Neurosis obsesiva.
* CONFORMISMO ESCÉPTICO O DI-AGNOSIS DEFENSIVA. Apatía de rendición.
* FE ABERTZALE O CREENCIA NEW AGE. Abandono incosciente.