(1ª parte) según SAI BABA y el BHAGAVAD GITA
“La
muerte no es sino la travesía de esta vida a la próxima; como dice El
Gita, es el cambio de ropa vieja por nueva. Pero algunos cínicos se ríen
de esta comparación y preguntan: ¿y qué hay de la muerte de los niños
recién nacidos, de los niños jóvenes y de la de la gente de mediana
edad? ¡Sus cuerpos, bajo ningún concepto, pueden clasificarse como
desgastados! Pues bien, la ropa podrá no ser vieja, pero la tela de la
cual está hecha, debe haber procedido de alguna mercancía almacenada muy
vieja, de manera que aunque se confeccione ropa nueva, a partir de esa
mercancía, la prenda tendrá que desecharse pronto.” (SSS Vol.lll, Cap.
20, p.103).
“Hay un cuerpo, una
mente y un alma; cuerpo físico, cuerpo sutil y cuerpo causal. Al morir
se desintegran tanto el cuerpo físico como los cuerpos sutiles, pero el
cuerpo causal permanece… La envoltura del alimento, la de la vida y la
de la mente no son permanentes, mientras que la envoltura de la
inteligencia y la de la bienaventuranza si permanecen. El cuerpo es
barro. Todo crece a partir del barro. Solo muere el cuerpo. La vida y
todos los sentidos se funden en la mente, la mente se funde en la
sabiduría y la sabiduría se funde en la Bienaventuranza, en Dios. (CWSSB
p.71).
“La
vida está continuamente acechada por la muerte, pero al hombre no le
gusta oír esto. Considera que es de mala suerte escuchar incluso la
palabra; aunque cada cosa viviente, a cada momento, se acerca más y más a
ese evento. Cuando van a viajar, después de que compran el boleto y
abordan el tren, ya sea que tomen asiento silenciosamente, que se
acuesten, que lean o mediten, el tren los estará conduciendo a su
destino. De la misma manera, cada ser vivo recibe un boleto en el
momento de nacer, ese boleto es para el evento de la muerte y está ahora
en camino hacia allá. No importa cuánto luchen, cómo se protejan, o qué
precauciones tomen; ese lugar tendrá que alcanzarse algún día. En este
mundo todo lo demás podrá ser incierto; pero la muerte es segura. Es
imposible cambiar la ley.” (TOSSSB, p.50).
“Los Upanishads le dieron suprema importancia al karma (acción). ¿Qué significa esto? Lo que significa es que la rectitud debe darle forma, debe moldear nuestro karma. ¿Qué necesitamos para cultivar… investigar y convertirnos en Dios? Necesitamos adornos hermosos y vestidos finos para ir a una boda; requerimos
dinero para ir al cine; necesitamos un bastón y sandalias para caminar,
pero todas estas actividades se les dejan para que ustedes las elijan;
tienen la libertad de cancelarlas o de posponerlas. Pero con respecto al
último viaje, no pueden elegir. Nunca podrán posponerlo. La gente se
prepara para desempeñar actividades pequeñas como caminar, leer,
escribir etc., ¿pero qué preparativos hace para una actividad tan
importante como el viaje más allá de la muerte? Gastamos dinero, lo
despilfarramos en actividades mezquinas, nos sacrificamos para obtener
baratijas y trivialidades. Sacrificamos nuestro cuerpo, bienestar y
tiempo en cosas temporales y transitorias, ¿pero qué sacrificamos para
asegurar la Visión Divina?” (SSlB, 1993, p.63).
“Nuestro cuerpo es
transitorio, como una burbuja de agua; pero la vida, es un largo viaje.
Durante este largo viaje, cambiamos de cuerpo varias veces, así como nos
cambiamos de vestimenta. De hecho, la muerte no es sino un cambio de
vestimenta. ‘La muerte es el vestido de la vida. ‘Vamos cambiando
nuestras vestimentas, ¿pero podremos cambiar el viaje de nuestra vida?”
(SSlB, l993,p.63).
“El destino del hombre
después de la muerte, está moldeado por el pensamiento predominante en
el momento de morir. Este pensamiento será el cimiento sobre el que se
construirá su próximo nacimiento. Quien me recuerde en ese momento,
obtendrá Mi Gloria, de hecho, me alcanza. De manera que
cada acto humano, cada esfuerzo, cada disciplina espiritual, debe
apuntar hacia ese destinado momento. Los años de vida deben consagrarse a
la disciplina que hará que llegue el pensamiento del Ser Trascendente u
Om, a ese momento.” (BTBOS, p.15).
“Varias personas me han hecho la siguiente pregunta: ´¿Swami, por favor dinos, adonde va el Ser después del deterioro del cuerpo?´
El cielo, se refleja en el agua dentro de una vasija, pero cuando la
vasija se rompe, la imagen del cielo se funde con el ilimitado cielo. De
la misma manera, con la desintegración del cuerpo físico, el Ser se
funde con el Ser Trascendente.” (BTBOS, p.87).
"Es necesario encontrar los
medios para que finalmente se fundan en Dios. No sabemos cuándo
dejaremos este cuerpo. Lo cierto es que el cuerpo está hecho de materia y
morirá.” (BTBOS, p.108).
“Deben vivir pensando
constantemente en Dios, así como en otro hecho, la muerte. El cuerpo es
el carro en el que se desplazan por el camino que los conduce hacia la
muerte. Pueden encontrarse con la muerte en cualquier momento… Recuerden
la muerte, recuerden que el tiempo se está acabando momento a momento.
No se dan cuenta de que la muerte, está detrás de ustedes, acechándolos
silenciosamente; no se dan cuenta de los veloces pasos del tiempo. ¡Lo
que ustedes llaman nacimiento y muerte, es esto: nace el ego y muere el
ego, eso es todo! Bhagavan es la medicina para la enfermedad del Ciclo de Nacimiento y Muerte.” BTBOS, p.110).
“Si no te quieres casar,
puedes cancelar el compromiso. Similarmente, si no quieres ir al cine,
puedes posponerlo para el día siguiente. Pero el último viaje, el de tu
muerte, no se puede cancelar ni posponer. Hacemos preparativos cuando
queremos casarnos o ir al cine, ¿pero qué preparativos hacemos para el
viaje final?” (BTBOS, p.118).
“El hombre está siendo
acechado incesantemente por la muerte, ésta puede abalanzarse sobre su
presa en cualquier momento. No es consciente de esta compañía, ni ha
aprendido a reconocerla y ella le roba los frutos de sus logros. El Atma
no muere, sólo muere el cuerpo. Cuando el hombre sabe esto, la muerte
pierde su aguijón, porque ya no le teme. La muerte no es sino el
bienvenido viaje hacia un puerto conocido.” (BTBOS, p.123).
“Debemos tratar de vivir
sin ser afectados por la alegría y el dolor, causados por el nacimiento
y la muerte del cuerpo. Nadie se lamenta cuando se da cuenta de que el
hielo es frío o cuando se le dice que el fuego es caliente. Es natural
que el hielo sea frío y que el fuego sea caliente. De la misma manera,
la muerte es natural para el cuerpo que ha nacido, ¿por qué habríamos de
llorar por eso? Nos estamos volviendo víctimas del dolor, por
considerar un fenómeno natural, como si fuera antinatural. Lo que
origina esto es el apego y el apasionamiento surge del instinto
de poseer. Al desarrollar afecto por el mundo fenoménico, nos volvemos olvidadizos de nuestra Divinidad.” (BTBOS, p.127).
“El hombre no debe
morir como un gato o un perro. Cuando se vaya, debe dejar un mundo mejor
o más feliz que cuando ingresó en el. Debe irse lleno de gratitud, por
la oportunidad que se le ha dado de reconocer a Dios en todo lo que
vio, escuchó, tocó, olió y probó. Debe recordar al Señor con su último
aliento; pero para lograr este recuerdo, se necesita toda una vida de
práctica. Mientras giran el volante del carro, pueden estar escuchando
lo que está pasando adentro del mismo, incluso pueden unirse a la
conversación. Podrán estar haciendo muchas otras cosas, pero su atención
estará siempre en el camino que tienen por delante… Así también, aunque
tengan el compromiso de algunos deberes y obligaciones, nunca permitan
que su atención se extravíe de Dios, que es la meta… De manera que
cultiven el hábito de recordar al Señor con cada aliento; sólo entonces
podrán recordarlo con su último aliento.” (BTBOS, p.141).
“A un hombre que estaba a
punto de morir, le preguntó su esposa: ¿y qué me va a pasar a mí? Sus
padres le hicieron la misma pregunta. Los hijos también le preguntaron:
¿qué nos va a pasar a nosotros? Hasta los sirvientes preguntaron
lastimeramente: ¿qué habrá de sucedernos a nosotros? El desamparado
moribundo miró a su alrededor y les preguntó a todos: ¿qué me sucederá a
mí? Este hombre pudo haber anticipado ese evento. Si hubiera sido
sabio, se hubiera preparado con una respuesta a esa pregunta, y pudo
haber muerto en paz; al verlo morir en calma, sus hijos también se
hubieran visto beneficiados. Por eso el Señor aconsejó, que uno debe
comprometerse con la búsqueda de la Verdad, desde el nacimiento hasta la
muerte,.” (BTBOS, p.142).
“Si les preguntan: ¿qué le
sucede al hombre después de morir?, pueden señalarse a sí mismos y
declarar: esto es lo que sucede; nace de nuevo.” (BTBOS, p.143).
“En la actualidad el
hombre se contenta con visualizar y experimentar toda clase de alegrías
humanas evanescentes. No descansa. Pasa sus noches durmiendo y sus días
comiendo y bebiendo; y así crece y crece, hasta que llega a su vejez y
lo acosa la muerte. En ese momento ya no puede decidir adonde ir, ni
qué hacer; todos sus sentidos se han debilitado; nada ni nadie puede
rescatarlo y así termina siendo una obediente carnada en las mandíbulas
de la Muerte.” (BTBOS).
“¡Miren las flores de
un jardín! Cuando el jardinero corta las flores, los capullos se
regocijan de que al día siguiente será su turno para que el las reúna en
sus manos y sus rostros se llenan de felicidad, cuando despliegan sus
pétalos con esa esperanza. ¿Sienten tristeza?, ¿se les marchitan sus
rostros?, ¿están menos brillantes? No. En el momento en que saben que al
día siguiente les tocará a ellas, se alistan con gran gusto y emoción.
Así también, uno debe estar listo dentro del camino de la disciplina
espiritual, recordando con entusiasmo el Nombre del Señor, sin
preocuparse ni sentirse triste porque sea nuestro turno de irnos o
porque alguien se haya muerto hoy.” BTBOS p.166
“A Yama,
el Dios de la Muerte se le describe arrastrando a sus víctimas a su
morada con una cuerda. Pues bien, ustedes mismos fabrican esa cuerda y
la tienen lista alrededor de su cuello; ¡el solo tiene que asir la
cuerda y jalarlos! Es una cuerda de tres segmentos; cada uno representa
al egoísmo, el apego a los sentidos y el deseo… Con cada uno de sus
actos, el hombre va torciendo la cuerda, y esto lo hace durante todos
los años de su vida, actual y la del pasado. Todos los actos llevados a
cabo con egoísmo, interés propio, con un ojo en las consecuencias
benéficas o en los frutos, alargan un poco más y tuercen con mayor
fuerza esa cuerda.” BTBOS p.184.
“Se ha dicho en muchos Upanishads, que el cuerpo sutil que sale de la persona después de la muerte, es del tamaño de un pulgar, e.g.: Kathopanishad 2-14-12,13.” TOAR p.85.
“Escuchen, ahora les
hablaré sobre los últimos rituales que ha de ejecutar la persona que
sepa que ‘Dios es el Alma de todo.´ Al hacerlos, el ser obtiene el
Estado de Liberación, que se conoce como la Inmersión en el Espíritu
Supremo. El hombre que se acerca a su último momento debe estar sin
temor. Es preciso que corte con el amor a su cuerpo y a sus parientes
con el arma de la no-asociación. Habiendo dejado la casa y habiéndose
purificado, bañándose en las aguas sagradas de los centros de
peregrinación, esa decidida persona deberá sentarse en un lugar muy
agradable, preparado de la manera prescrita. La Gran Letra del Señor
(A U M), hecha de tres partes (A U & M), deberá
recitarse mental y correctamente. La mente deberá contenerse,
conquistando el aliento y recordando la palabra original del Señor.
Teniendo a la Sabiduría como el cochero de la mente, uno deberá separar a
los sentidos de los objetos sensoriales. La mente, arrastrada por las
acciones, deberá establecerse en la bendición y repetir: ´Yo Soy Dios,
que es la Morada Suprema; Yo Soy Dios, que es el Estado Supremo.´ Al
pensar de esta manera, uno se instala en el Alma Indivisible. Recitando
el ´OM´, la sola letra que indica a Dios y recordándome, la persona que
se va, deja atrás a su cuerpo y llega así al Estado Supremo.” (GP, p.71-75).
PARA LA MUERTE 2º PARTE (Que es insistir e insistir en lo mismo que en esta 1ª PARTE) TENDRÁN QUE ESPERAR UNOS DÍAS DE PUBLICIDAD... ¿DE QUE ÍBAMOS A VIVIR SI NO?